El regidor panista de Guadalajara, Fernando Garza Martínez, acusó de presuntos actos de hostigamiento y corrupción de la superintendencia del Centro Histórico a comerciantes ambulantes, en una rueda de prensa realizada este lunes.
Garza Martínez afirmó que hace diez días solicitó al alcalde Ismael del Toro que se investigara a la superintendencia por supuestas irregularidades, pero no ha obtenido ninguna respuesta. «Le pedí al alcalde Lemus que a través de la contraloría ciudadana se hiciera una investigación; ya pasaron diez días y no ha ocurrido nada», dijo el edil.
Asimismo, señaló que el ambulantaje en el centro se ha incrementado ante la complacencia del superintendente, quien según el regidor, controla el movimiento de los comerciantes informales. «Si ustedes se dan una vuelta aquí por Zaragoza van a notar la cantidad de ambulantes que hay que no existían hace dos o tres meses, está totalmente saturada la calle, ahí hay una persona que controla todo el movimiento, han aumentado en más de cincuenta comerciantes en esos espacios y en (la calle) Juan Manuel, todo solapado por la gente de la superintendencia del centro histórico», denunció Garza Martínez.
El regidor también recordó que el año pasado solicitó a la superintendencia y a la contraloría una investigación del estado que guardan los 77 permisos autorizados en el centro histórico y a más de un año, no se ha obtenido una respuesta satisfactoria.
Ante el aumento exponencial, aparentemente ilegal, que padecen algunos puntos de la ciudad, tales como el Parque de la Revolución, donde refiere el edil que de 700 autorizados hoy se pueden contar alrededor de 1,500 y al parecer el cobro por permitirles instalarse es de entre 500 y 600 pesos por semana; el caso del tianguis del «Baratillo» donde de 5 mil comerciantes autorizados hay alrededor de 15 mil, Garza Martínez urgió a que la contraloría iniciara una investigación al respecto.
Finalmente, el edil señaló que las iniciativas que el año pasado presentó al pleno para hacer un censo de tianguistas y de inspección de maquinitas siguen sin dictaminarse, por lo que ve «mala leche» de que no se haga nada al respecto y esto se siga incrementando de forma sospechosa.