El 1 de marzo de 2002 nació el Instituto Jalisciense de las Mujeres (IJM), como un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propio, encargado de diseñar, promover y evaluar políticas públicas para impulsar la equidad entre mujeres y hombres.
Ahora sin llegar a la mayoría de edad el IJM, desaparece.
Activistas de diferentes organizaciones, aseguran que desaparecer el IJM, es “invisibilizar” a las mujeres ya que quedarán sin representación en el Estado.
Para el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, en casi dos décadas de operación del IJM, este no logró reducir la incidencia de violencia de género:
-El Estado está en tercer lugar nacional en incidencias de violencia de género.
-Siete de cada diez mujeres mayores de 15 años han sufrido alguna agresión.

De acuerdo con los datos proporcionados en materia presupuestal gastaba ocho de cada 10 pesos en pago de sueldos y prestaciones. Además de que la autonomía del IJM queda en duda, de 194 iniciativas de reformas que propusieron, sólo llegaron al Poder Legislativo cinco.
Los institutos municipales de mujeres que se han creado no supera el 60 por ciento en el Estado y, trabajan sin presupuesto.
Los datos lo dicen todo, solo que la promesa de escuchar todas las voces antes de la desaparición del IJM quedo en el olvido. Una cosa es llevar a cabo mesas de trabajo y otra, resolver las dudas y preocupaciones que existen por el cambio impuesto.
El reto para el gobierno es que la nueva figura administrativa, realmente cumpla con la defensa de los derechos de las mujeres atendida desde el más alto nivel y no se convierta en un “adorno”.
La Secretaria de Igualdad Sustantiva encargada de esta política pública, deberá a corto plazo emprender acciones que prevengan la vulnerabilidad de las mujeres y lograr un Jalisco libre de violencia contra este sector.
Tarea complicada, esta Secretaría tendrá la responsabilidad de atender a migrantes, indígenas, personas con algún tipo de discapacidad y la igualdad de género; cada tema debe ser analizado con su propia problemática y con instituto o sin instituto, si no existe voluntad política, no se avanzará.
El tema es polémico, un plan de trabajo acertado dará la razón al gobernador, pero sí la desaparición del Instituto Jaliscienses de las Mujeres lleva consigo un retroceso en la defensa de los derechos femeninos, al final, será un grave error.