El Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, su equipo de trabajo y los morenistas deberían pensar en usar un bisturí y no un machete en su búsqueda por acabar con la corrupción que por años ha imperado en todos los niveles del gobierno.
Deben pensar en que antes de cortar piernas y brazos del paciente, se debe hacer una operación minuciosa para extirpar el cáncer que mata a México, para que este País siga vivo y le permita el desarrollo que tanto anhelamos y con ello crezca lo más importante que tiene, su gente.
Me queda claro que en todos los programas sociales pueden existir irregularidades, denuncias existen y en Jalisco se comprobaron casos como la compra de maquinaria “pirata”, campanas escolares a 5 mil pesos, la adquisición de uniformes deportivos que nunca llegaron y el fraude del seguro popular que se pagaron por miles y miles de operaciones que no se hicieron, falsificando afiliaciones al seguro social y nada de esto se castigó pero no por ello debemos dejar de comprar equipo, de dotar de uniformes a los niños o retirar el seguro popular. Lo que se tiene que hacer es quitar el cáncer que hace daño, extirparlo y castigar a los responsables.
Lo mismo opera para las estancias infantiles, si existen irregularidades, se requiere una mayor vigilancia para que puedan seguir operando sin problemas financieros. Dar el dinero directamente a las familias, no garantiza el buen uso de los recursos.

Así también con las empresas, castigo por aquellas que se beneficiaron ilícitamente con concursos amañados o adjudicaciones directas, a estas todo el castigo de la ley, pero no se puede generalizar que todas las empresas privadas son deshonestas.
Nos han dicho que funcionarios del interior de PEMEX y coludidos con gasolineros son los responsables del 80 por ciento del robo de gasolina, pero hasta el momento no hay nombre ni apellido de los que con toda impunidad cometían este delito , lejos de castigar a los responsables destina 5 mil 500 millones de dólares para rescatar a PEMEX , paraestatal fuertemente endeudada, de nada servirá meterle dinero bueno al malo, o le pasará el efecto de la manzana podrida que si no se saca pudre a las demás .
Tratar de erradicar la corrupción, obligando a funcionarios para que una vez que dejen su cargo estén impedidos a laborar en la iniciativa privada, es un exceso que afecta a los derechos laborales de cualquier persona, se tiene que buscar una regulación, más no una prohibición de trabajar por una década.
Y así lo sostiene Max Kaiser, del Centro para la Integridad y Ética en los negocios, dice que en otros Países se cuida lo que se conoce como “la puerta giratoria”, que trata de evitar tres cosas, la entrada de servidores públicos que vienen de una empresa y que llegan al sector público para beneficiar a la empresa donde trabajaron ; que el servidor público que está dentro y que quiere beneficiar a una empresa para después pedirle trabajo; y que el servidor público que sale se va al sector privado y desde ahí da información confidencial o privilegiada del gobierno.
Son varios los ejemplos donde la administración encabezada por ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR las decisiones son a rajatabla. Apoyo las medidas para evitar que siga creciendo la corrupción de México, pero toda acción, insistiría, debe hacerse con un bisturí y no con un machete, y si no le damos la medicina de la JUSTICIA, el esfuerzo será en vano.
Becky Reynoso